La Familia, las Musas, los Maestros y los Amigos
El recuadro n.9 está dedicado por entero a la familia de Antonio Fogazzaro, de cuyo matrimonio con Margherita Valmarana (1843-1922) en Vicenza en 1866, nacen tres queridísimos hijos: Teresa, conocida como Gina (1869-1936), Mariano (1875-1895) y Giuseppina Maria (1881-1952). El bienestar económico de la familia de su esposa permitió a Fogazzaro llevar «una vida de escritor» y mantener un intenso intercambio epistolar con políticos, intelectuales y damas de bien.
En el centro del panel se recuerda la muerte de su hijo Mariano, el 16 de mayo de 1895. El “recuerdo” y el dolor de la tragedia acompañaron al escritor durante toda su vida. Pocos días después de la muerte de su hijo, escribió: «he perdido un hijo, mi único hijo varón. Tenía veinte años, era bueno, hermoso, alegre como el sol, cariñoso. Pero no sé hablar de él... Mi familia, mis amigos, saben que nunca deben pronunciar ese nombre en mi presencia».
Fogazzaro no podía permitirse el lujo de vivir una relación amorosa fuera del matrimonio, de modo que confía a sus "musas", es decir, a los personajes femeninos de sus novelas, la posibilidad de vivir verdaderas pasiones y desbordantes sentimientos amorosos.
El matrimonio debía preservarse en la vida real, y las pasiones debían vivirse sólo en el alma. Antonio Fogazzaro forma parte de una clase burguesa moderna, activa, pero con muchas ideas conservadoras. Una relación extraconyugal no hubiera sido aceptada en este contexto, por lo que en la vida sentimental del escritor nunca hubo escándalos y permaneció siempre fiel a su mujer, aunque fue muy querido por mujeres muy importantes. Entre ellas, en el panel informativo en medio de la sala, podemos notar los retratos de la Reina Margarita de Saboya, madre del Rey Victor Manuel III, Jole Moschini Biagini, una de las mujeres más bellas de Italia, Hellen Starbuch, periodista, escritora, pintora, gran viajera y heroína de "El Misterio del Poeta" y la suiza Agnese Blank, que le inspiró la novela "Leila". Estas mujeres son un ejemplo de las inquietudes, las dudas y las fragilidades de los personajes femeninos de las obras de Fogazzaro.
Además de su esposa, la mujer más importante para el escritor fue Felicitas Buchner, una joven institutriz de origen bávaro; Fogazzaro conoce a Felicitas durante un viaje a Baviera y decide hacerla institutriz de sus hijos. Durante mucho tiempo se sospechó un amor entre el escritor y Felicitas, pero si lo hubo fue un amor platónico.
Felicitas Buchner fue también la primera institutriz de la Casa Familia para huérfanos que el escritor fundó en Arsiero. Felicitas irá después a Città di Castello para aprender de Maria Montessori su método de enseñanza y educación.
En la pared izquierda de la sala, se pueden ver las imágenes de los maestros de Antonio Fogazzaro, puntos de referencia en la vida del escritor; entre ellos, Antonio Rosmini, el maestro por excelencia de Antonio Fogazzaro, junto con Giacomo Zanella, Fedel Lampertico, Pablo Lioy, Filippo Crispolti, Arrigo Boito, Tommaso Gallaratti Scotti y Friedrich von Hügel.
En la vitrina abierta bajo los recuadros se recogen las primeras ediciones de las obras de Antonio Fogazzaro traducidas en distintas lenguas: francés, alemán, inglés, danés, serbio, croata, turco, holandés, español, sueco y finlandés.
Antonio Fogazzaro también fue amigo de muchos músicos, de los que aprenderá a apreciar la música de la época. Entre ellos, los más importantes son Lorenzo Perosi, Pietro Mascagni y Antonio Coronaro. El escritor en su vida amó mucho la música y trató de traducir en versos y poesías las emociones y sensaciones que le producían las composiciones de Schumann, Beethoven, Martini y Chopin.
En las vitrinas centrales n. 17, 18, 19 y 20, se conservan algunas copias de primeras ediciones de las novelas y de la obra de Fogazzaro, documentos y registros que muestran el compromiso político del escritor como concejal de Montegalda, las primeras biografías del escritor, la tesis sobre Antonio Fogazzaro (1950) de Ernesto Balducci (1922-1992), las páginas escogidas de F. Crispolti un librito con cinta de luto con prólogo de Fogazzaro, dedicado a J. Biagini Moschini.